Interiorismo para el bienestar: el diseño de interiores y su influencia en la salud mental

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El diseño de interiores tiene un efecto innegable en nuestro bienestar, influenciando nuestra salud física, mental y emocional. Al tomar en consideración elementos específicos del diseño, podemos crear espacios que mejoren nuestra calidad y estilo de vida. Algunos de ellos son:

Uso de luz natural

Permitir la entrada de luz natural es esencial para crear un ambiente ligero y saludable.

La exposición a la luz natural es esencial para regular nuestro ritmo circadiano, el cual tiene una influencia directa en nuestros patrones de sueño y estado de ánimo. La ubicación estratégica de las ventanas y el uso efectivo de superficies reflejantes pueden maximizar la presencia de luz natural en un espacio, mejorando así los niveles de energía del huésped y reduciendo drásticamente los síntomas de la depresión.

Calidad del aire

Es importante contemplar ventanas amplias que puedan abrirse de par en par para permitir el flujo libre de aire.

Una buena calidad de aire es esencial para la salud, no importa en dónde nos encontremos. Mejorar la calidad del aire en el diseño de interiores puede lograrse con decisiones relativamente pequeñas, como usar pinturas con niveles de compuestos orgánicos volátiles bajos o nulos, o incluso optar por decorar con plantas que purifiquen el aire de forma regular. Estos pequeños detalles pueden hacer la diferencia y mejorar la calidad de aire al interior, reduciendo así el riesgo de problemas respiratorios y de salud en general.

Acústica

Los dobles paneles de cristal permiten zonificar el sonido; el uso de textiles suaves y alfombras permiten la absorción de ondas sonoras.

Según el Instituto Británico de Diseño de Interiores, una mala acústica en el diseño puede incrementar los niveles de estrés y minimizar tanto la productividad como la relajación, dependiendo del espacio que se esté diseñando. La mala acústica se caracteriza por un ruido excesivo, o por ecos y rebotes de sonido no deseados. Un diseño acústico efectivo usa estrategias como:

  • Aislamiento: Aislar el sonido previene que el ruido exterior ingrese al interior. Esto puede lograrse con paredes y ventanas de doble grosor y con puertas de material sólido que sellen por completo las rendijas.
  • Absorción: Para reducir el eco en una habitación, pueden usarse materiales que absorban el sonido como paneles acústicos, alfombras y tapices, y elementos suaves como cortinas, cojines y mueblería revestida que evite el rebote de las ondas sonoras.
  • Difusión: Es posible dispersar las ondas de sonido para reducir el eco y crear un ambiente acústicamente balanceado. Esto puede lograrse al usar, por ejemplo, libreros y repisas que contengan libros y elementos sólidos que “rompan” las ondas sonoras, o paneles decorativos que interrumpan las mismas.
  • Zonificación: Crear áreas designadas para las distintas actividades puede ayudar a manejar los niveles de ruido. Por ejemplo: zonas silenciosas como áreas de estudio y de lectura, o zonas activas como salones de juego y cocinas. Separar estas zonas con puertas y paneles es importante para delimitar la esparsión del sonido.

Ergonomía y movimiento

Es importante considerar el uso de muebles ergonómicos que permitan una estadía cómoda.

Es indispensable diseñar espacios que promuevan la comodidad física, prevengan lesiones y permitan un amplio rango de movimiento. Esto incluye la elección de mueblería ergonómica, por ejemplo:

  • Sillas ajustables que den soporte a la espalda baja, que cuenten con reposabrazos y permitan una postura apropiada; mesas y escritorios de buena altura o de altura ajustable que permitan ser usados sentados o de pie; estaciones de trabajo y estudio adecuadas que eviten una estancia permanentemente sedentaria.
  • Arreglo espacial que permita que el usuario se mueva libremente y sin interrupciones ni riesgos de lesión; mueblería y decoración que permita el fácil alcance de aquellos elementos que más se usan; caminos y pasillos amplios y ordenados que permitan el uso eficiente incluso con distintas necesidades de movilidad.

La estrecha relación que existe entre el diseño de interiores y el bienestar del usuario recalca el profundo impacto que el ambiente que nos rodea tiene en nuestra salud física, mental y emocional. A través del diseño consciente, podemos mejorar la comodidad y el estilo de vida del huésped. Al final, el propósito del diseño de interiores debe ir más allá de la estética para priorizar la salud, el bienestar y la buena experiencia de los individuos. Al reconocer la importancia de crear espacios que promuevan la comodidad y claridad mental, avanzamos hacia un futuro donde el diseño es esencial para promover una vida sana y feliz.

 

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